¿Alguna vez te has planteado comer insectos? Concretamente grillos. Pues en el Equipo Manzana lo hemos hecho hace unas semanas. Si. Coral, Lara y yo quedamos un día a tomar algo, a charlar y… ¡a probar grillos! ¿Quieres saber cómo fue la experiencia? ¿Nos gustó? ¿Nos horrorizó? Te dejo para que te lo cuente Lara (y al final del post tienes un detalle de nuestra parte):
¿Quedamos a comernos unos grillos?
¿Grillos? Eso mismo fue lo que pasó por mi cabeza cuando Edurne me contó que había recibido un nuevo producto hecho a base de harina de grillos. O más bien cuatro, para ser exactos. Cuatro barritas energéticas de diferentes sabores. Y que íbamos a probar para decidir cuál era nuestra favorita. Es más, imagino que Coral pensó algo similar.
Ya sabéis, las ventajas de trabajar en el Equipo Manzana.
Pero la verdad es que la curiosidad por probar algo así pesaba más que los prejuicios que pudiéramos tener.
Porque cuando te dicen que te estás comiendo un grillo, créeme que los tendrás. Aunque solo sea por el simple hecho de que siempre los has visto en el campo y nunca en tu plato. Pero te aseguro que después de probar estas barritas, cambiará tu opinión al respecto. Y verás a los grillos como el alimento del futuro.
Grillos: ¿La mejor fuente de proteína animal?
Todos sabemos que el calentamiento global es una realidad. Y que la ganadería intensiva es uno de los principales motivos por los cuales la salud del planeta está cada vez más deteriorada. Por no hablar de la nuestra…
Algo que no nos debería sorprender si pensamos que los métodos de cría habituales vienen de la mano de animales estabulados. Animales que no ven la luz del sol y que están ultramedicados.
La verdad es que no parece ser la mejor opción para llevarnos a la boca, ¿no?
Por ese motivo, desde hace ya varios años se está apostando por los insectos como una de las mejores fuentes de proteína animal a nuestra disposición. De hecho, es un tipo de proteína que incluye grasas saludables y minerales importantes para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Como por ejemplo el calcio, el zinc o el hierro.
A esto hay que sumarle que para su producción apenas se necesitan recursos. Además de que su cría produce menos contaminación que la ganadería intensiva. Por lo que ya tenemos el ingrediente perfecto para el futuro.
O, al menos por el momento, para unas barritas energéticas.
¡Deja a un lado tus prejuicios!
Sí, vale. Está muy bien todo eso que nos cuentas sobre la producción sostenible de grillos. Y sobre los beneficios nutricionales de una proteína como esa. Pero lo que nos interesa saber es: ¿a qué saben las barritas? ¿Qué se siente al comer un grillo?
Pues siento decepcionaros. Pero la respuesta a esa pregunta es: nada. O mejor dicho, nada que no sientas al comer cualquier otra barrita de este tipo.
Si esperabais una respuesta crujiente, o viscosa, os habéis equivocado de post. Es más, la textura que tienen estas barritas me sorprendió gratamente. Sobre todo acostumbrada a la dureza que suelen tener estos snacks hechos a base de dátiles y frutos secos.
En ese sentido, son unas barritas mucho más blandas. Con cierto punto harinoso pero sin llegar a la textura de un polvorón. Y con todo el sabor que le aportan los distintos ingredientes.
Las barritas SENS: lo malo, lo bueno y lo mejor
En cuanto a los sabores de cada barrita, ya os he adelantado que hay cuatro opciones.
Dos de ellas son más proteicas, al incluir proteína de cáñamo entre sus ingredientes. Mientras que las otras dos sustituyen el cáñamo por dátiles y anacardos. Eso sí, las dos opciones proteicas llevan además sirope de agave para conseguir ese regusto dulce que dan los dátiles.
Los sabores son:
- Mantequilla de cacahuete: una de las opciones más proteicas. De hecho, cada barrita tiene 20 gramos de proteína. A mí fue la que menos me gustó. Pero he de reconocer que no me van mucho los cacahuetes.
- Chocolate negro y sésamo: la segunda opción más proteica, con unos valores nutricionales similares a los de la anterior. Si eres un apasionado del sésamo como yo (¿soy la única que piensa que la combinación sésamo y chocolate es perfecta?), esta es tu barrita.
- Piña y coco: con 6,5 gramos de proteínas por barrita y con esos ingredientes tan paleo, tenía que estar rica. Al fin y al cabo, todos sabemos que la piña y el coco hacen una buena pareja.
- Chocolate negro y naranja: otra combinación que causa furor y que no decepciona nunca. Con nada más y nada menos que 7,7 gramos de proteína por barrita.
Unas barritas hechas con ingredientes de primera
Además de todo esto, son barritas hechas con ingredientes naturales y no tienen gluten. Aunque sí pueden contener trazas de otros frutos secos, de semillas o de soja. Por lo que las personas alérgicas a estos alimentos tendrán que tenerlo en cuenta antes de comerlas.
Por ponerles alguna pega: el azúcar añadido de las barritas más proteicas. Aunque si miráis la lista de ingredientes, es de los últimos en aparecer. Por lo que la cantidad que tiene cada barrita es mínima.
Como dato curioso para terminar: las barritas de proteínas tienen una media de 132 grillos. Mientras que las energéticas tienen unos 55. ¡¿Quién lo diría viendo el tamaño de las barritas?!
Y después de leer esto, ¿todavía no te pica el gusanillo (o más bien el grillo) para probarlas?
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Si quieres probar ya mismo estas barritas a base de harina de grillos y sorprenderte gratamente con sus texturas y sabores, no tienes más que pasarte por la web de SENS Bar y utilizar el cupón: EVAMUERDE para conseguir un descuento del 10% en tu compra.
En ciertas partes de México se comen sin problema los chapulines, es decir, los grillos, bien tostaditos y espolvoreados con chile. ¡Algo tan sano y delicioso como comer pipas! El primer bocado es un poco impresionante, pero una vez superada la aprensión, ¡incluso apetecen! 😉
Yo paso. Ni que sean menos contaminantes y saludables, nada probaría
Ya ves! Yo tengo en casa chapulines crujientes con chile y la verdad que están muy ricos ?
Pero impresiona verlos así, la verdad. Más que nada por la falta de costumbre. Pero en otras partes del mundo es algo bastante habitual.
Un abrazo,
Edurne
Me los llevo un día para almorzar a la oficina y tenemos risas hasta el 10 aniversario de EVA muerde la manzana. Pero el día 25 lo pruebo seguro!!
¡Jajajajaja, Elisa! Pero si ni se iban a enterar. Más gracioso sería que repartieras y luego les dijeras lo que acaban de comer, porque no se lo creerían 😀
¡Nos vemos muy pronto!
Abrazos grandes,
Edurne
¡Hola!
Muchas gracias por este post, es realmente interesante. Cada vez más se está impulsando el empleo de insectos en la industria alimentaria. Hace poco escuché hablar del pan de cucarachas… ¡y parece que está muy rico y también tiene muy buenas propiedades nutritivas!
La verdad que nunca he probado ningún insecto, pero para nada me horroriza la idea.
¡De hecho incluso me atrae! (excepto por los gusanos verdes, blandiblús y gorditos…esos no me atraen tanto)
Nuestros ancestros incluían insectos en su alimentación, al igual que muchas sociedades cazadoras-recolectoras actuales o en la alimentación oriental que comen hasta escorpiones (eso sí, ¡hay que quitarles el aguijón antes de comerlos!), así que en realidad es bastante normal y saludable. ¡Es genial que también esté empezando a ponerse de moda por estos lares!
¡Me ha fascinado saber que en una barrita hay contenidos hasta 132 grillos! Me pregunto si podría haber algún problema a la hora de ingerir tan fácilmente 132 grillos de una sola vez… como siempre, el problema de los procesados (aunque sean más o menos paleo y saludables, como este) es que es fácil sobreconsumir los ingredientes que lo componen, aunque no sé si en este caso es tan importante, ya que son mayormente proteínas y no harinas refinadas lo que se sobreconsumiría…
¿sabéis algo más sobre esta cuestión?
También tengo curiosidad en saber si utilizan al grillo entero (como en el pan de cucarachas) o sólo una parte de ellos.
Como siempre, gracias por la información y por todo lo que aportáis 🙂
Un beso
Hola, yo he probado esas barritas y están muy ricas. La de chocolate negro y sésamos me gusta mucho, aunque todas están buenas. Lo único a destacar es que no son compactas, al morder se parten con facilidad, no son tan compactas como otras. Merece la pena probarlas. Gracias Equipo Manzana 🙂
Hooola, yo no he probado las barritas, pero tengamos en cuenta que en España también consumimos invertebrados que en otras partes del mundo se consideran «asquerosos», como las gambas o la langosta…
Es cuestión de abrir la mente y probar
Me gustaría conseguir estas barritas pero vivo en México y no se donde comprarlas, tienes alguna idea por favor?
De antemano muchas gracias.
Yo los probé cuando estuve en México y me encantaron
Jejeje, sí los chapulines!