Taro morado. Esa raíz que ya muchos vamos conociendo (especialmente los seguidores de Paul Jaminet y su Perfect Health Diet) y que nos sorprende. Tanto por su sabor a nuez y ligeramente dulzón como por su textura, tan crujiente cuando se utiliza para hacer chips o bastoncitos, fritos o asados con alguna buena grasa. Y el protagonista de la receta de buñuelos de hoy.
El taro morado: una raíz que se abre paso en nuestra cocina
A muchos os puede sonar el taro, malanga o eddo, de verlos en algunas fruterías latinas. En concreto, son unas raíces del tamaño de un kiwi o un poco más grandes y algo peludos por fuera. Pero el taro morado, que solo podemos conseguir entre el invierno y la primavera es algo bien distinto.
De hecho, estas raíces no suelen pesar menos de 1 kilo y pueden alcanzar los 4 kilos o más. Además, tienen una piel marrón más brillante y lisa. Pero lo mejor está en su interior: de color crema y con puntos morados. ¡Un auténtico deleite para la vista y para el paladar!
Si tienes la suerte de poder conseguir una de estas raíces, lo primero que tienes que hacer con ellas son unas chips o «patatas» paja, fritas en la mejor manteca de cerdo ibérico de bellota (y si la has hecho tú, mejor que mejor). Y servirlas con cualquier salsa, dip, guacamole, etc. O para untar en las cremosas yemas de tus huevos fritos. E incluso para acompañar cualquiera de esas delicias que preparas habitualmente.
Los buñuelos salados: un placer para tus sentidos
Pero si eres de esos intrépidos a los que les gusta experimentar y complicarse la vida de vez en cuando, quizás quieras guardar un trozo para probar estos sugerentes buñuelos. No voy a engañar a nadie, su elaboración es entretenida (por escrito lo parece todavía más). Pero una vez que le hayas cogido el tacto a la masa, los podrás elaborar con bastante fluidez. En especial si preparas el relleno con antelación.
Así que, anímate. Porque desde que le pegues el primer bocado a estos buñuelos, te sorprenderán con el juego de texturas. Tan crujientes por fuera, melosos por dentro y con una gran explosión de sabor en el centro. A esto lo llamo yo «fusión en condiciones»: la elaboración de un buñuelo o dumpling asiático con todo el sabor de uno de los mejores productos de nuestra tierra.
Si todavía después de todo esto que te acabo de contar, no te ves capaz o con ganas de hacer los buñuelos, te animo a preparar el relleno. Eso sí, sin picar la carne tan fina y sin añadir la harina de yuca al final. Y acompáñalo con unos crujientes chips de taro. No te dejará indiferente, eso te lo puedo asegurar.
Mini Receta: Buñuelos de Taro Rellenos de Cerdo y Setas
- 300 gr de taro morado, pelado y cortado en dados de aproximadamente 2 cm
- 40 - 50 gr de almidón de yuca
- 50 gr de manteca de cerdo o mantequilla
- 1 cucharadita de sal
- 60 ml de agua hirviendo
- 250 gr de aleta de cerdo ibérico (o secreto)
- 3 setas shitake, frescas o secas, sin el tallo (si las usas secas, rehidrátalas primero en agua caliente hasta que se ablanden), picadas finas
- 1 diente de ajo, prensado o muy picado
- 1 trozo de jengibre fresco de 1 cm, rallado
- 3 o 4 piezas de cebolleta verde, parte blanca y verde, picada fina
- 1 cucharada de tamari
- 1 cucharada de jerez
- ½ cucharadita de cinco especias chinas
- ½ cucharadita de pimienta blanca molida
- Sal
- 1 cucharada de almidón de yuca disuelta en una cucharada de agua
- Manteca de cerdo, aceite de coco, ghee o una mezcla en cantidad suficiente para freír los buñuelos
- Cocina el taro al vapor durante 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, aparta del fuego y deja que enfríe un poco pero no del todo.
- Mete todos los ingredientes de la masa en un robot de cocina y tritura hasta obtener una mezcla elástica y algo pegajosa pero que se pueda manejar bien.
- Espolvorea un plato con almidón de yuca y saca la masa con una cuchara o espátula de silicona para formar una especie de torta redonda. Espolvorea con un poco más de almidón de yuca por encima y corta la masa en cuartos. Con cada cuarto forma un cilindro entre las manos, añadiendo más almidón de yuca si fuera necesario para que no se te pegue a las manos, y corta cada cilindro en 3 piezas. Tendrás 12 bolas de masa.
- Pica la aleta con cuchillo muy, muy fina, primero en tiras de unos 2 o 3 mm y luego en el otro sentido, casi como si estuvieses preparando un steak tartar a cuchillo.
- Calienta un wok o sartén profunda a fuego alto sin añadir aceite ni ningún tipo de grasa; la aleta de cerdo ibérico de bellota que usamos tiene un alto contenido en grasa y la desprenderá en cuanto comience a cocinarse (haz esto sólo si estás usando una sartén de hierro como las de Le Creuset o una de acero como las de De Buyer. Si usas una con recubrimiento antiadherente, cosa que no recomiendo, no la calientes tanto y añade algo de grasa).
- Pon la carne en una capa y no la muevas hasta que haya comenzado a soltar su grasa y a dorarse. Incorpora las setas, el ajo, el jengibre y la cebolleta, y muévelo todo con la pala del wok o una cuchara para que se vaya salteando.
- Cuando ya esté hecho, baja el fuego y añade el resto de ingredientes, removiendo bien para que se incorporen.
- Sácalo a un plato e intenta porcionar en 12 partes.
- Coge una bola de masa y aplástala para formar un disco. Si ves que se te pega a las manos, añade un poco más de almidón de yuca. Pon el disco en la palma de tu mano, cerrándola un poco para que tome una forma parecida a un bol e introduce el relleno. Ve cerrando la masa y apretando el relleno hasta sellar lo bordes. La masa es muy elástica y te permitirá trabajarla con bastante facilidad. Coloca sobre el plato enharinado y haz lo mismo con los 11 buñuelos restantes.
- En el mismo wok o una cazuela profunda y estrecha, calienta manteca de cerdo o la grasa o mezcla de grasas de tu elección. Tendría que haber al menos unos 3 dedos de profundidad para que se frían bien.
- Ve friendo los buñuelos en lotes pequeños y dándoles la vuelta, si fuera necesario, para que se doren bien por todos los lados. Ten cuidado de que la grasa no esté ni demasiado fría (no se freirán sino que se empaparán de grasa y quedarán blandos) ni demasiado caliente (se achicharrarán por fuera antes de poder hacerse por dentro).
- Según se vayan haciendo, sácalos a un plato forrado con papel de cocina.
Hace falta una imaginación increíble para elaborar recetas tan novedosas y con una combinación de ingredientes tan original como atrayente. ¡Y lo mejor es que tus recetas funcionan!!! Muchas gracias por compartirlas. Un besito.
Jeje, eso se intenta, y si a la primera no funcionan, aquí me tiro el rato perfeccionándolas! 🙂
Besitos!
Me he emocionado, Edurne!! Era muy fan de los dumplings asiáticos, tanto los que se hacen al vapor como los fritos, y al ver esta receta se me han saltado las lágrimas. Además es que nos hemos aficionado al taro, la última vez que te compré lo hicimos todo en chips y bastoncitos como tú dices y es algo espectacular!!! Nunca había probado nada con esa textura, tiene un crujiente muy chulo y el sabor nos encanta.
Voy a pillarte alguno mas, espero que te queden porque esta receta la tengo que probar (que soy una valiente!!!!) Vas a traer más?? Cuánto tiempo aguantan?
Gracias, me has hecho muy feliz 🙂
Qué gusto Elena, emocionar y hacer feliz a las personas con estas cosas! Yo también era muy fan de los dumplings asiáticos. De hecho, un buen recuerdo que tengo de mis años londinenses es el de ir a un sitio en Chinatown con unas compis chinas, que era como la entrada trasera a un almacén abandonado, y resulta que era uno de los mejores restaurantes de dumplings para chinos de la ciudad, y bien barato! Vaya recuerdos…
El taro también nos encanta, tiene una textura muy chula como dices y un sabor muy especial, mucho mejor que la yuca y el taro pequeño (eddo).
No te sé decir si voy a traer más, a mí me dan la sorpresa cuando hay algo y yo soy la primera que se pone feliz por ello! Los que tengo ahora están muy frescos, en lugar fresco y oscuro, o nevera, se conservarán perfectamente durante al menos 2 semanas, y si no ya sabes que puedes cortar y congelar.
Un abrazo
Por cierto, se me olvidaba: la combinación con el cerdo ibérico que tú y yo sabemos tiene que ser la leche!!! Me guardo la aleta para la receta 😉
Si! Lo es! 😉
Nom nom nom nom
😀
Qué recetón!!
Yo pensaba que el Taro es ese tan supergrande y largo, marrón por fuera.
Y los pequeños y peludicos malanga.
A ver si me puedes sacar de dudas.
Aun me lio un poco con todos estos nuevos ingredientes. Ultimamente uso mucho la yuca.
Esta receta te ha quedado de miedo. Increiblemente deliciosa y original. un 10!
Gracias, guapetona.
Ese tan enorme es el ñame, también lo encuentras en fruterías latinas y asiáticas. Los pequeños peludicos malanga, eddo, taro y seguro que un puñado de nombres más. Pasa como con la yuca y otros ingredientes que se utilizan en distintas partes del mundo, que también tienen un montón de nombres, dependiendo de quien lo dice.
Si tienes cualquier preguntilla, o encuentras algún ingrediente raruno que no conoces, échale una foto y te intento ayudar.
La receta está rica, rica, rica. Tú que eres una aventurera anímate, que por escrito parece mucho más complicado de lo que es en realidad.
Un besito!
Así que ese es el ñame jaja… A mi madre le encanta, y yo aún sin probarlo.
Muchas gracias guapa! Mira que lo busqué en internet, pero no sé, me debí de liar yo misma.
Sí que soy aventurera, aunque llevo una época muuuy poco aventurera, posiblemente porque he estado con problemillas gastrointestinales. He estado comiendo muuuuuy simple y limpio. Y me gusta bastante, ya que claro, sienta muy bien.
Me estoy planteando hacer una dieta autoinmune o algo así, aprobechando ya el tirón…
Pero en cuanto vuelva a querer liarme in the kitchen… esta receta cae fijo. Alguna vez probé algo parecido en el japonés y es una delicia.
Se me cae la baba con la foto.
Abrazos!
En serio no te planteas lo de abrir un restaurante? Chica, triunfarías!
Tiene una pinta deliciosa, pero creo que no sabría hacerlo, aunque el relleno si que lo voy a probar, ya te diré.
Gracias, crack.
No Raquel, de momento no es algo que me esté planteando 😉 Pero gracias!
Merece la pena preparar aunque sea sólo el relleno, en ese caso recuerda que no necesitarás picar tan fina la carne ni añadir la harina de yuca.
Hola, desde Venezuela sigo tu blog que me parece maravilloso! aqui en mi Pais lo llaman Ocumo Chino, y de las muchas recetas que se pueden hacer con el (desde ya te digo que esos buñuelos deben ser mmmmmm…) te cuento que mi abuela era fanatica de esta verdura, la comia en todas las formas posibles, para consentirnos, hacia un batido de taro morado (ocumo chino) sancochado y licuado con leche de coco miel y canela que era la gloria, un batido espeso y muy cremoso de verdad una delicia! tus buñuelos y el recuerdo que me has traido se merecen un 10! gracias.
Hola Mila, muchas gracias! Me encanta conocer los distintos nombres y usos que se les da a los mismos ingredientes a lo largo y ancho del mundo. El batido suena de vicio, habrá que probarlo!
Espero que algún día pruebes los buñuelos, estoy segura de que te van a encantar!
Saludos
Hola Edurne,
Estoy tratando de contactar contigo para preguntarte sobre el aceite de hígado de bacalao. He escrito ya unos cuantos comentarios como éste y te he escrito también a la dirección de la tienda. Mi primer mensaje fue larguísimo, explicando mis vicisitudes con la alimentación, y es frustrante no obtener respuesta a ninguno de los mensajes.
No quiero ser pesado, pero como veo que sí intervienes y contestas a los comentarios, pues en eso estoy.
Un saludo
Hola Iñigo.
Siento mucho que te sientas frustrado pero me gustaría pedirte que entiendas que este blog y todo el trabajo que hay detrás (muchas horas al día) lo hago de forma totalmente altruista. En el último año ha crecido mucho, y procuro mantener al día el contenido, contestar en la medida de lo posible a los comentarios que se hacen en las entradas (podrás observar que tengo muchísimos comentarios de entradas antiguas sin contestar, y es que a pesar de que me encantaría poder sentarme y ofrecer respuestas a todo el mundo, no existen horas en el día para ello), y contestar a los cientos de correos que llegan a mi bandeja de entrada – ¡cada semana!
A veces las consultas son cortas y sencillas, por lo que me permite ofrecer una respuesta concisa y rápida, pero otras veces recibo mails kilométricos, con historias complicadas (y en muchos casos muy tristes) a las que no puedo responder en 3 o 4 líneas. Créeme cuando te digo que me encantaría poder dedicaros a todos el tiempo para intentar ayudar en lo posible, pero por favor, tenéis que comprender que no tengo montada ninguna consulta, ni cobro nada por todo el tiempo que os dedico, y como no soy hija de ministro, tengo que dedicar una parte de mi día a realizar una actividad que me permita pagar el alquiler.
Saludos
Ohhhhhhhhhh Edurne que pintaza!!!!!!! bueno cual no? jajajajaj, como sabes estoy haciendo acopio de todos los ingredientes para hacerlo este finde que viene, donde puedo conseguir las setas shitake? muchas gracias preciosa!!!!!! mmmmm que ganas de probarlo ; )
Un besazo!!!!
Hola Lucia, shitake frescas suelen tener en el Makro por ejemplo, y en algunos comercios de alimentación asiática las puedes encontrar deshidratadas. Pero si no las encuentras, te puede servir alguna otra tipo portobello o alguna que te guste.
Ya me dirás qué tal! 🙂
Besos
Eva, creo que aún no te había dado las gracias por darnos a conocer la carne de cerdo ibérico de bellota :). Creo que no voy a poder acercarme más a una carniceria a comprar carne de cerdo … si las ventas son una vez al año no se como vamos a pasar ;).
Y si no es mucho abusar, la carne de ternera lo tengo claro que en Gavisa, pero donde podemos comprar cordero, conejo, pollo de calidad??? En el mismo sitio del cerdo ibérico??
Y higaditos de pollo y mollejas?
Gracias eres un sol.
Oh wow. Un buñuelo! Jamás habría pensado en hacer algo así la verdad, que imaginación la tuya! Tienen una pinta buenísima, así que estaré atenta a ver si veo algo de taro por aquí, o preguntaré en el mercado si puedo encargarlo… mientras tanto ese relleno me está llamando, así que me parece que pronto caerá por aquí, quizá sobre unas cintas de calabacín…
Por cierto las patatas crujientes las hice hace un par de días y bueno, no quedaron ni las migajas! Gracias por compartir tus recetas, últimamente nos estás alimentando!
Hola Edurne, no soy mucho de comentar pero en esta receta me surgió una gran duda, donde vivo yo no eh podido encontrar el Taro, ¿Haz probado alguna vez el Chinchayote (La raíz del Planta del Chayote)? ¿Crees que sea una buena sustitución al Taro?
Espero que si porque esta receta nomas de verla se me hiso la boca agua…
Ohhhhhhh Edurne de verdad que cosa más rica de receta (jajaj aunque es lo habitual) la preparé este finde y nos encantó, además que es super facil de hacer, la próxima vez que tengas taro morado pillaré porque se me han ocurrido un montón de ideas para rellenarlas, con queso o marisco ummmmmmm buenisima, simplemente espectacular!!! es impresionante como está el taro morado, os dejo una fotito……..
Gracias por todo wapisima!!!!!!!!!!!!!
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