¿Eres de cucuruchos o de vasitos? Debo admitir que hace años que soy de vasito. Y no por ser una maniática del orden o de la limpieza, que no es capaz de disfrutar de su helado una vez que empieza a derretirse. Y a gotear en el cucurucho porque te has entretenido demasiado tiempo en chupar la bola del susodicho. No, eso no me molestaba. De hecho, era parte del encanto.
La razón, sencillamente, es que estaba convencida de que el cucurucho era una de esas cosas que había dejado atrás, para siempre. Porque nunca sería capaz de encontrar una versión hecha sin cereales. En realidad, tampoco tenía demasiada importancia y no volví a pensar en ello.
Hasta hace unos días… Cuando Mayte, una amiga y lectora del blog, me dijo: “Oye, ¿no podrías hacer una versión de un cucurucho con aquellos tacos que subiste hace tiempo al Facebook?” Y, hasta ese momento, nunca se me había ocurrido que podríamos hacer nuestros propios cucuruchos para el helado. Menuda idea, ¿verdad?
Una receta ideal para tus helados caseros
De hecho, los cucuruchos parecen una de esas cosas que se compran en una tienda. Pero claro, estas cosas, en un momento dado, se hacían a mano en alguna cocina. Y fue entonces cuando se activaron mis recuerdos. Ese cucurucho crujiente, crocante, es realmente la pareja perfecta del helado.
En verdad, la historia del cucurucho comienza a principios del siglo pasado, cuando el helado ya era muy popular. En 1904, en la feria mundial de St. Louis, había más de 50 vendedores de helado, vendiendo más de 19.000 litros de helado al día.
Paul Dickson, en su libro “The Great American Ice Cream Book”, nos cuenta que Ernest Hamwi era uno de los vendedores de la feria. Pero no vendía helado sino una especie de gofre (zalabia). La historia cuenta que un día un hombre llamado Fornachou se quedó sin vasitos para servir su helado. Y a Hamwi se le ocurrió enrollar uno de sus gofres para formar un cono y le dijo a Fornachou que metiera una bola de su helado en la boca de la cornucopia.
Este invento fue un éxito entre los clientes de Fornachou y al momento se formaron colas larguísimas en su puesto para probar el helado servido de esta manera. Y el éxito fue tal que se empezaron a fabricar moldes para elaborar estos conos. De hecho, el cucurucho ganó tal popularidad que en 1924 los americanos estaban consumiendo más de 245 millones de cucuruchos al año.
¿Cucuruchos sin gluten? Ya no será un problema
Pero me desvío de lo verdaderamente importante. En mi historia particular de la búsqueda del cucurucho casero sin gluten, lo siguiente era pensar cómo lo llevaría a cabo. La idea de Mayte no iba a funcionar. Así que le di a las neuronas.
La mayoría de cucuruchos y barquillos comienzan como una especie de teja, es decir, una galleta muy fina que se enrolla en forma de cono mientras sigue caliente. En cuestión de minutos, la idea de la receta en sí tomó forma en mi cabeza. Así como los ingredientes, las proporciones ideales para conseguir una textura crujiente y ligera.
Pero había un problema: no tengo plancha barquillera y había que buscar la forma de hacerlos con los medios que tengo en casa. Primer intento, en cuanto a textura y sabor, perfecto. La forma y el grosor era otro cantar, pero había esperanza.
Así que juntamos cabezas, mi marido y yo. Además, él se ocupó de solucionarme el siguiente obstáculo: el molde para darles forma a los cucuruchos. Este requiere un poco de ingeniería. Pero no te preocupes, es muy sencillo. Nivel manualidades básicas del cole. Necesitamos cartulina y papel de aluminio. Cortamos la cartulina en forma de triángulo, formamos un cono, forramos con el aluminio, et voilà:
Unos cucuruchos caseros con ingredientes naturales
Después de probar distintos métodos, hemos dado con la forma ideal para conseguir estos cucuruchos finos y crujientes. Y que mantienen la estructura sin romperse, sin necesidad de usar una plancha barquillera. Aunque si tienes una, adelante, ese trabajo que te ahorrarás.
También puedes formar tulipas poniendo la masa cocinada sobre el culo de un vaso o entre dos flaneras pequeñas. O bien hacer barquillos. Pero como más nos ha gustado es en forma de cucurucho.
Por último, si quieres, también puedes variar la receta añadiendo unas semillas de chia a la masa, aportarán una textura todavía más crujiente. O sustituyendo una cucharada de harina de trigo sarraceno por una de cacao en polvo. Incluso incluyendo un poco de ralladura de limón o de naranja en la masa. Tu imaginación es el límite.
P. D.: Se entiende que esta es una alternativa mucho mejor y más saludable que los cucuruchos comerciales. Pero siguen siendo una indulgencia ocasional.
Receta: Cucuruchos, barquillos y tulipas sin gluten
- 2 claras de huevo
- ⅛ cucharadita de cremor tártaro
- 1 cucharada azúcar de coco (si tienes un molinillo de especias, aconsejo moler el azúcar para que quede con la textura del azúcar glas)
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
- 4 cucharadas (32 gramos) de almidón de yuca/tapioca
- 4 cucharadas (32 gramos) de harina de trigo sarraceno
- ¼ cup (55 gramos) de mantequilla, derretida
- ½ cucharadita gelatina en polvo
- Empieza a montar las claras de huevo con el cremor tártaro y cuando comiencen a espesar, añade el azúcar de coco y el extracto de vainilla. Las claras tienen que quedar firmes y formar picos.
- Pon la gelatina en una taza y añade media cucharada de agua. Mezcla bien y deja reposar.
- En un bol, tamiza las harinas. Añade la mantequilla y la gelatina. Cuando esté bien integrado, echa las claras montadas, de cucharada en cucharada. Y mezcla con suavidad hasta que la masa quede homogénea.
- Calienta la plancha o sartén grande (te remito a mis recomendaciones al principio de la receta) a temperatura media. Corta un papel de hornear del tamaño de la base de la sartén (u otro objeto) que vayas a utilizar como peso. También ten a mano el molde y una espátula. Y comienza la cadena de montaje.
- Echa una cucharada de masa sobre la plancha. Inmediatamente cubre con el papel y coloca el peso encima, haciendo presión para conseguir un círculo de masa fino de unos 15 cm de diámetro. (Este es el paso en el que conviene tener a un ayudante ya que es necesario trabajar rápido para que no se endurezca la masa). Retira el peso y el papel.
- En cuanto esté cuajada y puedas despegarla con la espátula, dale la vuelta, coloca el molde encima y enrolla la masa, con cuidado de no quemarte, formando el cucurucho. Y pellizca el pico para intentar cerrarlo. Sube un poco el calor de la plancha y ve girando el cono para dorarlo por todos los lados, comenzando por la unión.
- Repite hasta formar 6 cucuruchos. Si al día siguiente te han sobrado, puedes tostarlos durante unos 10 minutos en el horno a 200 ºC para que vuelvan a ponerse crujientes.
Nota
Para simplificar a la hora de cocinar y evitar tener que pesar los ingredientes, me gusta usar cups, teaspoons y tablespoons. Son medidas volumétricas que seguramente has visto en otras recetas, en especial de habla inglesa. Y aunque al principio te pueda parecer un sistema raro, te harán mucho más fácil el paso por la cocina.
Estas son los que utilizo yo: tazas medidoras, cucharas medidoras.
Wow, Edurne, ¡qué pintaza!
¡¡Y qué sofisticación de ingredientes!!
¿Me podrías indicar donde conseguir el cremor tártaro?
¡Muchas gracias!
Mónica.
La verdad es que están muy buenos, pero para no abusar, eh!
¿Por qué dices lo de la sofisticación de ingredientes? Creo que son bastante normalitos, ¿no?
El cremor tártaro (crema of tartar), a veces también lo llaman cremor blanco, lo consigo a granel. Si no encuentras, te puedo enviar.
¡Un abrazo!
Yiiiiihaaaa!! Eres lo más grande!
Jajaja! Tú, por darme la idea. De lo contrario, seguro que no se me hubiese ocurrido trastear.
Guao, ¡cómo para dejar de comer gluten ahora mismo aunque no te lo hayas planteado! A mí me dan una rabia terrible esos cucuruchos que saben a cartón y me pongo loca de contenta cuando encuentro uno bueno de verdad (porque, recuerda, no siempre los cucuruchos son buenos).
Si, si… los cucuruchos que dices son, igual que los cereales de desayuno, lo más parecido a comerse el paquete en el que vienen envasados.
No hay nada como los buenos alimentos, preparados en casa y con cariño.
Oleeeeeeeee!!!! Estaba esperando esta receta como agua de Mayo, en especial para mis hijos, me hace mucha ilusión poder hacerles unos cucuruchos más sanos.
Gracias mil por todo lo que haces. Abrazos!!
Amaya, espero que les gusten a los niños! Te quedas mucho más tranquila sabiendo que lo que les estás dando es tanto más saludable.
Un saludo.
Mil gracias, Edurne!! me pirran los cucuruchos y ahora podré hacerlos más sanitos 🙂 Qué tal están estos de sabor? se parecen a los barquillos?
PS. Ya está en camino el arruruz (de Iherb) para poder hacer la otra receta de helado 😉
Hola Raquel, la verdad es que estos cucuruchos están de vicio, se parecen mucho a los barquillos, con el saborcito a vainilla, quedan finos y crujientes. Además que si quieres, como he comentado en la entrada, puedes ir variando, hacerlos con cacao, limón, añadir semillas de chia… tienes muchas posibilidades.
Espero que los disfrutes y me digas qué tal te han salido!
aaaay no! Máquina de cucuruchos a 18€!! Que no puedo meter más trastos en la cocina… jooo.. Qué dilema!
http://www.boutiquesecret.com/12228-desayunos-y-meriendas/362176-maquina-de-cucuruchos.html
¡Hola! Estoy tan feliz de haber conocido tu blog, una amiga mía me pasó tu enlace y me lo he estado devorando en las últimas semanas. Mi hija mayor de 6 años es celíaca, los médicos tardaron en diagnosticar su enfermedad y hemos pasado un calvario hasta llegar a este punto.
Agradezco todo el trabajo que pones en este blog y en las recetas que compartes con nosotros (además de tu fotografía que es una pasada, si la haces tú te doy mi más sincera enhorabuena).
La primera receta que he hecho para mis niñas es esta. No me esperaba que fuera a ser tan buena, pero chica la has clavado, ha gustado por igual a los peques y a los adultos de la casa. También queda ideal como barquillos. La siguiente receta que quiero probar es la de la pizza de trigo sarraceno, tiene que estar buenísima.
Tienes seguidora fiel y he compartido tu blog con las demás mamás de niños celíacos que conozco. Gracias de nuevo.
Un beso!!
muy buena la receta la voy a poner en practica gracias atte paulina
muy buena la recetas
como se puede reemplazar el cremor tartaro ?
No son sin gluten y mucho menos aptos para celíacos ya que en la receta uno de los ingredientes es el TRIGO.
Hola Margarita,
Sí que son sin gluten y aptos para celíacos. El ingrediente al que te refieres es el trigo sarraceno, que no tiene nada que ver con el trigo. Puedes buscarlo en Google para conocer este ingrediente.
Un abrazo,
Edurne