Tras publicar el post, ¿Esto es Paleo? hace unos días, he querido añadir un pequeño post scriptum al artículo.
Por qué deberíamos pensar en comida real en vez de en «¿esto es paleo?»
Como te habrás dado cuenta, mi interés va más allá de confirmar que los principios de la comida real son efectivos. A lo largo de estos años también he aprendido que no sólo se trata de lo que comas o dejes de comer. No se trata de saber si esto es paleo o no. Sino que se trata de conocer el por qué.
Se trata de escoger los alimentos más nutritivos y de ampliar el horizonte. En lugar de pensar «qué haría nuestro antepasado el cavernícola», piensa «qué alimentos tienen más nutrientes y mayor antigüedad en la historia de la dieta del ser humano».
La alimentación no es un dogma. No es preguntarse si esto es paleo o no. Es conocimiento.
Por ese motivo, se trata escoger los alimentos que tienen sentido para tu cuerpo, mente y espíritu. Va sobre el cruce entre la buena ciencia, la historia y el sentido común.
¿»Esto es paleo»? Mejor usa tu sentido común
La forma en la que pensamos hoy en día acerca de la alimentación y la salud está completa y absolutamente equivocada. Nos han mentido una y otra vez. Y a estas mentiras se les ha dado popularidad, propaganda y publicidad. Hasta el punto de que se han inculcado a conciencia en nuestra sociedad.
Hemos perdido de vista lo que necesitamos de verdad para estar sanos y felices: comida real y densa a nivel nutricional. El tipo de comida que equilibra cuerpo y mente. Ese mismo tipo de comida que ha estado nutriendo al ser humano durante miles de años.
No necesitamos más dogmas ni dietas. Ni tampoco te tienes que preguntar si esto es paleo o no. Necesitamos nutrición. Pero una nutrición real, global.
Nutrición, ciencia y el papel que tienen en tu alimentación
También necesitamos conocer la verdad para poder restregársela a esa cuñada que todas las mañanas desayuna All Bran con leche de soja. Y que en la cena de Navidad nos dice que nos va a dar un infarto si comemos mantequilla en lugar de margarina. Pero no os preocupéis, que no es así.
Por desgracia, el mundo de la nutrición actual es un campo de minas de mentira sobre mentira, concienzudamente confeccionadas. Y si seguimos profundizando, encontraremos la evidencia de décadas de influencias de la industria. Nos daremos cuenta de cómo han usado la ciencia de forma retorcida. Y de cómo los despliegues publicitarios nos han llevado por el camino de la frustración y de la confusión. Y esto no va a acabar hasta que destapemos la verdad.
Por supuesto que el hecho de afirmar que «nos han mentido» como justificación para un cambio tan radical en lo que comemos es como intentar desactivar una bomba de relojería con unas pinzas de viaje. Por ello, lo que de verdad necesitamos es información.
Toda la información posible para aprender cómo carajo hemos llegado hasta aquí. Y por qué necesitamos cambios.
Y, a partir de ahí, armados con conocimiento y confianza en un nuevo estilo de vida, decidir cómo seguir adelante.
La demonización de las grasas
Además de todo lo anterior, también es importante cambiar nuestra forma de pensar con respecto a las grasas. De hecho, la historia detrás de la demonización del colesterol, las grasas saturadas y los productos animales es bastante impactante. Pero carece de validez nutricional.
Como veremos en posteriores artículos, durante los últimos sesenta años hemos sido conejillos de indias de un experimento nutricional. Y no ha ido demasiado bien.
Por ese motivo estamos más confundidos y menos saludables que nunca. Y esa es la razón que explica por qué muchos se siguen preguntando si esto es paleo o no. Al final, todas esas preguntas no son más que distracciones. ¿De qué sirve darle mil vueltas a temas como qué comidas son Paleo o no, de qué se alimentaban los cavernícolas o cuándo se empezó a comer pan? Prácticamente es como si nos preguntáramos si los neandertales sabían jugar al ajedrez o hacían sudokus.
El verdadero propósito de este estilo de vida es conocer tu alimento y nutrición. Se trata de conocer los orígenes de los mitos nutricionales modernos. Y de utilizar esa información para escoger los alimentos que nos ayudan y no nos hacen daño. Los alimentos que no están producidos por compañías rentables y los alimentos que desde siempre han sido alimentos. Sin tener que pensar en la coletilla de muchos: «¿Esto es paleo?».
Que la comida sea tu medicina
Cuando nos deshacemos de todo lo procesado, de la rentabilidad de la industria, de los dogmas dietéticos y de la mala ciencia, lo único que nos queda es la comida real.
Y cuando hablamos de comida real, estamos hablando de comida con una larga historia en la alimentación humana. Nos referimos a la comida con la que nuestros antepasados se han alimentado durante miles de años. Esa que les ha proporcionado buena salud. Y que no han tenido miedo en comer.
No es difícil alimentarse con comida real y natural con una larga historia en la dieta del ser humano. ¿Pero desaprender todas las mentiras y chorradas que nos han enseñado? Eso es lo difícil.
Justamente ayer empecé a lee (y ya llevo la mitad xD) el libro de Robb Wolf y me está encantando por todo lo que estoy aprendiendo. También comenta bastante sobre esto y la verdad es que es alucinante.
Y sí, es difícil desaprender todo lo que nos han dicho 🙁
Tener pensamientos positivos, dormir como un bebé, no estresarse, forma también parte del puzzle. Besitos. Sel
Como siempre muy acertado y esperando los siguientes Post relacionados.
Te enlazo en mi web
un saludo
Por cierto, que libro de Robb Wolf recomiendas para empezar a leer?